La Crianza Oxidativa con más personalidad
El Oloroso Riodiel es un vino seco elaborado con uvas Palomino-Listán de Huelva que posteriormente es envejecido mediante crianza oxidativa, con una solera de 1980, en botas de roble americano siguiendo el sistema tradicional de Criaderas y Solera andaluz.
Los Olorosos son unos de los tipos de vinos más emblemáticos y tradicionales del Condado de Huelva, ya que el clima atlántico es perfecto para su crianza. Son vinos donde la crianza oxidativa se muestra en estado puro mostrando su mayor expresión a lo largo de los años y dando lugar a vinos de una marcada personalidad y carácter.
Cata:
Con solo mirarlo sabrás que estás ante un vino inolvidable, su color caoba con destellos yodo, ambarinos y oliváceos no te dejara indiferente.
Pero lo más característico de este vino es su nariz, te encontraras ante un vino con multitud de aromas y matices, de ahí su nombre de oloroso. Muy concentrado, al inicio aparecen notas de espirituoso que recuerdan al brandy. Resaltan intensos aromas cálidos y redondos con notas pronunciados a frutos secos como la nuez, regaliz, con un fondo de tostados, café y vainilla que recuerdan la madera noble, propios de su envejecimiento en roble americano.
Su paladar seco y potente, es sabroso y amplísimo, donde nos vienen sabores a chocolate negro, regaliz y nueces.
Un vino de una larga persistencia, intenso y perfectamente equilibrado que deja un potente retrogusto. Imposible negar que estas ante un vino con una fuerte personalidad.
Recomendación de Consumo:
Si lo sirves ligeramente frío en el tradicional catavino andaluz, es excelente como aperitivo acompañando a todo tipo de quesos muy curados, jamón chacinas, y frutos secos.
Nos obstante, el oloroso Riodiel servido en copa alta es un vino muy adecuado para las carnes rojas, especialmente las de caza como jabalí y ciervo, propios de nuestro entorno de Doñana al igual que para los guisos de carnes muy especiados como rabo de toro, caldereta de caza o carrillada ibérica.
Tomado solo es el vino ideal para la lectura y la meditación.
Conservación: Los vinos viejos de crianza oxidativa, pueden permanecer en botella durante muchos años en perfectas condiciones organolécticas, incluso si esta, ha sido abierta.